Entre tantas molestias y síntomas que sufren las embarazadas, el insomnio durante el embarazo puede ser uno de los más frecuentes.
No hay que confundir insomnio con mal dormir, pues la primera es un estado en el que la embarazada se encuentra hiperalerta, tanto de día, como de noche, es decir en perfecta vigilia.
Mientras que el mal dormir puede ser ocasionado por razones externas a la fisiología del sueño como tal. Ejemplo: la embarazada tiene sueño pero la aparición de escalofríos, calambres, dolor de cabeza, nicturia, entre otras cosas pueden interrumpir el buen dormir.
Por tanto, hay muchos factores que intervienen para que la embarazada no pueda conciliar el sueño durante las noches.
Esto le produce un cansancio y una fatiga adicional durante el día y quizás algo de mal humor. Dormir parece un acto muy sencillo, pero no lo es, y mucho menos cuando se está en embarazo.
Fases del sueño
Para obtener un sueño reparador hay que pasar por varias etapas o fases de sueño, estas son:
- Adormecimiento (Fase 1).
- Sueño ligero (Fase 2).
- Sueño delta o profundo (Fase 3 y 4).
- Y Sueño de ondas rápidas (REM) (Fase 5).
A las embarazadas les cuesta alcanzar la fase REM por diversos motivos.
Causas del insomnio verdadero en el embarazo
Las causas del Insomnio durante el embarazo están ligadas a los cambios hormonales, pues cada una de ellas ejerce un papel fundamental en la fisiología del sueño.
El estrógeno, aumenta considerablemente hacia el final del embarazo y esto ocasiona una estimulación exitatoria del sistema nervioso, disminuyendo la aparición del sueño REM, lo que favorece el Insomnio durante el embarazo.
Así mismo, el cortisol que se encuentra igualmente muy elevado hacia al final del embarazo promueve el insomnio, pues aumenta el sueño de ondas lentas, mientras influye en la disminución del sueño REM.
Por su parte, la prolactina y la hormona del crecimiento, también influyen considerablemente en el incremento del sueño de ondas lentas.

Causas del mal dormir en el embarazo
Las embarazadas durante las noches pueden sufrir de náuseas, vómitos y ansiedad, lo que interrumpe el ciclo normal del sueño.
La progesterona por su parte, es la hormona responsable de aumentar las ganas de orinar en las noches (nicturia), exacerbar la rinitis, aumentar la temperatura corporal con sofocos nocturnos y producir gastritis.
Adicionalmente, la embarazada puede experimentar aumento del apetito nocturno, dificultad respiratoria, calambres, síndrome de piernas inquietas, lumbalgias, reflujo gastroesofágico y pesadillas que harán que la embarazada se despierte con frecuencia.
Finalmente, los movimientos del bebé, así como sus propios ronquidos o los de su pareja pueden hacer que el sueño sea interrumpido.
Como se puede observar hay más de una razón para que la embarazada no pueda conciliar el sueño o tenga un mal dormir.
Cambios en la calidad del sueño por trimestres
Primer trimestre
Durante este período de tiempo, en especial hacia la décima semana, la embarazada comienza a experimentar un patrón de sueño de tipo polifásico.
Esto quiere decir que, está presente el sueño nocturno, pero en el día la embarazada está somnolienta y por tanto necesita tener siestas cortas diurnas.
En el primer trimestre la eficiencia del sueño, así como el sueño de ondas lentas se encuentran ligeramente disminuidos con respecto al período anterior del embarazo.
Segundo trimestre
Hacia el segundo trimestre de embarazo el patrón del sueño cambia a monofásico, existiendo una mejora en la eficiencia del sueño nocturno. Sin embargo, las embarazadas comienzan a despertarse con frecuencia durante la noche hacia el final de este período.
Y aunque no se registran cambios con respecto al sueño de ondas rápidas (REM) desde el primer trimestre a este; si hay disminución del sueño de ondas lentas.
Tercer trimestre
En el tercer trimestre vuelve el patrón de sueño polifásico, aumentando considerablemente el tiempo y la frecuencia en que la embarazada se despierta y se desvela.
Es el trimestre en el que se duerme peor. El ciclo del sueño es fragmentado y por tanto la eficiencia del sueño está disminuida, haciéndose necesario las siestas durante el día.
Cabe destacar que, las siestas no deben ser muy largas porque eso incrementará el insomnio en la noche.
El sueño REM en este trimestre puede estar igual o levemente disminuido con respecto a los trimestres anteriores, pero la fase 1 y 2 aumentan.
Además, las molestias normales de los últimos meses del embarazo están a flor de piel, como los movimientos del bebé y las contracciones de Braxton Hicks o “falsas contracciones”, entre otras.
Estos patrones de sueño por trimestre no están relacionados con el número de hijos de la mujer, es decir, se presentan en mujeres primíparas y multíparas de forma independiente.
Recomendaciones para atacar el Insomnio durante el embarazo
Debido a que los medicamentos que normalmente se prescriben para ayudar a los pacientes con insomnio no son recomendables en el embarazo, te vamos a recomendar ciertas acciones que podrán aliviar esta dolencia.
- Evita tomar bebidas con cafeína, especialmente en la tarde y en la noche.
- Toma un baño con agua tibia antes de dormir.
- Trata de acostarte sobre el lado izquierdo para garantizar un mejor flujo sanguíneo.
- No te acuestes tan tarde y hazlo siempre a la misma hora.
- Trata de cenar ligero y temprano, evitando comidas grasosas, picantes o ácidas.
- No realices actividades que sean estimulantes antes de dormir, como trabajar, estar frente a la pantalla del computador, teléfono móvil, televisión, consolas de juego, etc.
- Si al ir a la cama no tienes sueño, lee un buen libro o ejecuta ejercicios de relajación hasta que comiences a bostezar.
- Si nada de esto funciona consulta a tu médico.