En la Semana 1 de embarazo el cuerpo empieza a experimentar una cascada de eventos y cambios, tanto físicos como emocionales que permitirán darle la bienvenida al futuro miembro de la familia.
Bien sea planificado o no, ya se tiene un ser vivo en el vientre materno que poco a poco se irá desarrollando tras una serie de procesos que probablemente al principio no se logrará percibir. Es por ello que, tiende a existir mucha confusión si realmente hay un embarazo o no.
De hecho, durante esta primera semana la mujer ni se imaginará que dentro de 40 semanas o 280 días aproximadamente tendrá un nuevo miembro en la familia, y que será la responsable de llevar consigo un ser que tiene que cuidar al 100%, bien sea estando adentro, como afuera del vientre.
Si es un embarazo planificado lo correcto sería empezar a consumir más vitaminas y minerales para que el bebé nazca sano y fuerte, hacer actividad física, evitando el sedentarismo y el consumo de vicios como el alcohol.
Tomando en cuenta todos estos detalles y lineamientos se podrá empezar con buen pie el embarazo, aminorando de esta manera cualquier defecto que pueda suceder, tanto en la madre como en el feto.
Día 1 de embarazo
Realmente se empieza a contar desde el primer día de la menstruación o sangrado vaginal de la última regla.
Durante esta fase se desprende el revestimiento del útero, específicamente la capa funcional del endometrio. La finalidad principal de esta capa es alojar el gameto femenino (óvulo) una vez que haya sido fecundado por el gameto masculino (espermatozoide).
Todos estos acontecimientos suceden durante lo que se conoce como el ciclo ovárico.
Ciclo ovárico:
La mujer posee dos ovarios, uno en cada lado del útero de las cuales tienen un tamaño promedio de 3,5x2x1cm, lo que es equivalente al tamaño de una nuez. Estos órganos reproductores permitirán elaborar los medios necesarios para albergar al futuro hijo con la ayuda de diversas hormonas.
El ciclo producido en los ovarios dura 28 ±7 días e inicia en el primer día de menstruación o sangrado vaginal. A partir de este momento empieza a trabajar una amplia maquinaria gracias a dos importantes hormonas: la folículo estimulante (FSH) y la luteinizante (LH), ambas son sustancias química secretadas por la hipófisis.
Además, estos órganos son capaces de producir sus propias hormonas denominadas estrógeno y progesterona que serán las responsables de preparar al útero a la hora de un posible embarazo.
De manera práctica, el ciclo se divide en tres fases: folicular, ovulatoria y lútea, siendo la primera de ellas el proceso donde se formarán, crecerán y madurarán los diversos folículos. En la segunda fase denominada ovulatoria se expulsará el óvulo que está dentro de cada folículo. Esta fase por lo general ocurre en el día 14 del ciclo (día más fértil del ciclo menstrual).
Posteriormente ocurre la última fase, la luteínica, donde la protagonista de este proceso es el cuerpo lúteo, que no es más que el revestimiento de colesterol que tenía el óvulo antes de la ovulación. Su principal función es secretar progesterona para preparar la capa interna del útero, es decir, el endometrio, para recibir el óvulo fecundado.
Si no ocurre la fecundación, el cuerpo lúteo alcanza su desarrollo máximo y se degenera, ocurriendo la menstruación, donde habrá desprendimiento de la capa interna del útero.
¿Posible embarazo?
Si se tuvo relaciones sexuales sin protección, probablemente el gameto masculino o espermatozoide ya este alojado en la vagina y, en un intento de supervivencia, huyendo del medio ácido, se dirigirá a las trompas de Falopio para estar más a gusto debido a que es un medio más alcalino.
El espermatozoide, al estar más cerca del óvulo, logra fusionarse a las 12 a 24 horas aproximadamente de haber ocurrido la ovulación. Aquí se enlazará ambas cargas genéticas originando una sola.
Este proceso se denomina fecundación y tiene lugar en la región ampollar de la trompa de Falopio. Esta unión da como resultado al cigoto que permitirá verdaderamente la formación del futuro bebé.
¿Qué le sucede al futuro bebé en la semana 1 de embarazo?
Después de transcurrir un día aproximadamente luego de la fecundación, el cigoto se divide en dos células, teniendo cada una el nombre de blastómero. A partir de ese momento continúa la división, formando el blastocito y finalmente la mórula con un total de 16 células.
Cuando se encuentra en esa fase entra a la cavidad uterina formando el blastocele, el cual tendrá una cavidad hueca en su interior debido al líquido circundante que se introdujo en él. Una vez teniendo estas características se distinguirán dos tipos de células: unas externas y otras internas.
Las células externas o trofoblasto conformarán la placenta y las internas darán origen al futuro bebé o embrión una vez que haya sucedido la implantación en las paredes del útero.
Ya al cabo del séptimo día aproximadamente, el blastocele estará completamente listo para alojarse en el endometrio y pasar a la siguiente semana que también estará cargado de muchos cambios, tanto para la madre como para el feto.
¿Qué ocurre en la madre en la semana 1 de embarazo?
Por lo general, la primera semana de embarazo, pasa desapercibida para la madre ya que no presenta ningún tipo de síntoma en relación con la etapa de gestación. Sin embargo, puede haber algunos signos de alarma que están estrechamente enlazados con el ciclo ovárico, específicamente la ovulación.
Son aquellos síntomas típicos que sufren las mujeres antes y durante su periodo menstrual, como lo es la hemorragia o sangrado, cólicos, dolor pélvico, cefalea, mareos, alteraciones gastrointestinales (nauseas, vómitos, diarrea o estreñimiento), cambios de ánimo, acné, entre otros.
Sin embargo, el hecho de que esté pasando por estos síntomas no quiere decir que oficialmente este embarazada, ya que esto simplemente es para provocar un medio óptimo en el útero para albergar al futuro bebé en el vientre, una vez sucedida la fecundación.
Probablemente durante esta primera semana no se sepa que se está gestando, pero si ya es algo planificado vale la pena mencionar que la mujer debe cuidarse.
En este sentido, en la Semana 1 de embarazo debe cumplir una alimentación rica en proteínas, consumir calcio, ácido fólico y evitar la ingesta de cafeína, tabaco y alcohol, debido a que estas pueden aumentar el riesgo de aborto o parto antes del tiempo estipulado (prematuro).
Si tiene alguna duda sobre la Semana 1 de embarazo, por favor, rogamos que consulte con su médico especialista.

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