Semana 10. Ya han transcurrido 2 meses y medio lleno de muchas emociones encontradas, unas buenas y otras no tan buenas. Es completamente normal que la madre se sienta muy ansiosa por lo que muy pronto cargará en sus brazos.
¡Y sigue creciendo!
Para este tiempo, el futuro bebé ya cuenta con 10 milímetros más aproximadamente, dando un total de 40 milímetros y pesa entre 5 y 6 gramos. Aún sigue siendo muy pequeñito, sin embargo, durante esta semana continua enormemente el proceso de maduración y desarrollo.
El estiramiento le ha proporcionado de que sus deditos, tanto los de las manos, como de los pies, se muevan y flexionen sin ningún problema de forma periódica.
Los huesos están empezando a acumular calcio y ya poco a poco va dejando de ser cartílago. Sin embargo, esta calcificación es un proceso muy lento, de hecho, se llega a completar años después del nacimiento.
Es por ello que, en los primeros meses de vida extrauterina hay que tener sumo cuidado en el manejo del bebé, ya que sus huesos aún se encuentran muy frágiles y sensibles.
A solo pocos pasos de saber el sexo
Afortunadamente, en esta semana comienza a diferenciarse los órganos sexuales pero, ¿ya se puede conocer con exactitud?, lamentándolo mucho, la respuesta es no.
Quizás muchas personas tienen la idea errónea de que para este tiempo se puede saber, pero lo recomendable es esperar a la semana 20 aproximadamente, para estar 100% seguros y evitar ciertos inconvenientes como por ejemplo, el hecho de comprar la ropa y zapatos equivocados.
Cambios en el cuerpo de la madre
El tamaño del vientre está cambiando, quizás las demás personas no lo noten, pero para la madre eso es más que seguro. Ella conoce su cuerpo, su anatomía y sabe sin duda alguna toda las modificaciones que está experimentado su organismo por más minúsculo que sea.
Podrá notar que sus mamas han crecido mucho, incluso ya tendrá que utilizar una talla más para sentirse cómoda y evitar dolores en la espalda.
Recomendaciones
Es muy común que la mujer embarazada experimente infección urinaria y lo más recomendable es estar muy atento para detectarlo a tiempo y que no empeore.
Estas infecciones suceden por varias razones, una de ellas es por el incremento de la progesterona que permite relajar los músculos de los uréteres, provocando que el flujo de la orina se haga más lento y por lo tanto, aumente la probabilidad de que las bacterias crezcan y se reproduzcan.
Otras de las razones es por los cambios de pH que experimenta la orina, es decir, se vuelve menos ácida y con más cantidad de glucosa, logrando que aumente la cantidad de bacterias.
Es por esto que, se le sugiere a la madre beber suficiente líquido para aumentar la proporción de orina y depurar el cuerpo de toxinas. También, es muy importante que no aguante las ganas de orinar y vaciar completamente la vejiga al hacerlo.
Y por último, pero no menos importante, es mantener una buena higiene, limpiando bien el área genital pero tampoco excederse porque se podría irritar.