Ya han transcurrido 77 días, a partir de este momento empieza a correr el día 78 con nuevos cambios y nuevos retos que asumir. La semana 12 es la puerta principal hacia el segundo trimestre del embarazo. Solo restaría un solo trimestre y ¡Listo! Llegó la bendición tan anhelada.
¡Bienvenido segundo trimestre!
El feto ya cuenta con 6,5 centímetros aproximadamente y pesa entre 8 y 13 gramos.
La etapa decisiva pasó, ese tiempo en donde el feto se encontraba más propenso a sufrir alguna patología o malformación. Ya la madre podrá sentirse más tranquila y segura de que el bebé tendrá grandes posibilidades de nacer completamente sano y fuerte.
Sus órganos se formaron, ya sus cromosomas se conjuraros, sus células ya están en su debida posición, ahora lo que resta es que terminen de madurar y crecer en lo que queda de tiempo de gestación.
Sin embargo, todavía hay ciertos elementos que se formarán en la semana 12. Durante este tiempo, se le empiezan a crear las faneras o estructuras complementarias, entre ellas las uñas de las manos y de los pies. Además de esto, su cuerpo empieza a cubrirse de vello fino llamado lanugo.
Visita al médico
Ya es hora de que consultes nuevamente a tu médico de confianza para chequear como se encuentra el feto mediante una ecografía. Puede que el doctor te diga que su corazón está latiendo muy rápido, como a 160 latidos por minuto, es decir, entre 60 y 80 latidos más que el de un adulto.
Pero, no hay que alarmarse, es completamente normal, incluso es muy beneficioso de que ocurra, ya que él necesita que aumente el transporte de sangre a todo el cuerpo, debido a que está en pleno crecimiento y desarrollo.
En un ultrasonido verás a la adorable criatura con forma definida, podrás apreciar su cabeza, cuerpo y extremidades, incluso, podrás notar ciertos movimientos en las manos. Será realmente increíble y gratificante.
Acción de la progesterona
La progesterona es una hormona sexual que inicialmente la producen los ovarios para preparar al endometrio a la hora de la implantación y luego, esa responsabilidad pasa a ser de la placenta, para que el embarazo fluya en las mejores condiciones.
Esta hormona puede que sea excelente para ciertas cosas, pero para otras no mucho. Su aumento en el organismo de la madre durante esta etapa trae consigo grandes beneficios para el mantenimiento del embarazo pero a la vez produce ciertos inconvenientes.
Como esta hormona logra un incremento del flujo sanguíneo en piel y mucosas para suplir las necesidades del feto, se logra aumentar la cantidad de moco, específicamente a nivel nasal, contribuyendo a que la madre sienta congestión y taponamiento.
Además, es muy común de que ocurra pequeñas hemorragias nasales por el mismo aumento del flujo sanguíneo.
La progesterona también sigue permitiendo el crecimiento de las mamas, elemento que trae consigo más molestias y sensibilidad y mayores motivos para cambiar de sujetador.
Por si fuera poco, ella también contribuye al aumento de la melanina (pigmento que le da color a la piel). Si la madre recibe muchos rayos solares, es probable que se le aparezcan ciertas machas en la piel denominadas “cloasma o melasma”.
Es por ello que, se le recomienda a la madre no exponerse tanto tiempo al sol y utilizar cremas protectoras en todo su cuerpo cada vez que necesite salir de su casa.