Ya comenzó la cuenta regresiva, estas en la Semana 2 del embarazo, solo restaría 273 días, las cuales estarán plenamente cargados de una montaña rusa de emociones y cambios fisiológicos.
En la Semana 2 del embarazo ocurrirán diversos eventos que probablemente aún no se notarán a simple vista y que se necesitará de la ayuda de pruebas especializadas para confirmar el supuesto embarazo.
En el caso del embrión, encontrará su hogar provisional por nueve meses, “el endometrio”. Mientras que la madre, le brindará todos los medios necesarios para que él se sienta completamente a gusto, con todas las comodidades posibles, brindándole principalmente oxígeno y variedad de nutrientes.
De esta manera se iniciará el primer contacto entre la madre y su pequeño hijo.
Semana 2 del embarazo: La bienvenida al embrión
Después de haber detallado minuciosamente el desarrollo y formación del cigoto o blastocisto, ya estará listo para alojarse en las paredes del útero de la madre, por un tiempo de 9 meses.
Durante la Semana 2 del embarazo el embrión hace contacto con la capa interna del útero, el endometrio. Vale la pena mencionar que este órgano de gestación posee dos capas más, denominadas miometrio (capa gruesa intermedia de músculo liso) y el perimetrio (revestimiento peritoneal ubicado en la pared externa).
La unión entre el blastocisto y el endometrio es lo que se conoce como implantación. En ese lugar albergará al futuro bebé y le brindará los medios necesarios para crecer y desarrollarse en óptimas condiciones.
Cuando sucede la implantación, suele haber un sangrado vaginal debido a la incorporación del embrión en la pared del útero. Esto trae consigo que haya confusión y se piense que en realidad es producto del ciclo menstrual, más no del proceso de gestación.
Sin embargo, este sangrado es de menor duración y menos abundante que una menstruación.
¿Qué le sucede al embrión durante la implantación en la semana 2 de embarazo?
Ya el embrión se encuentra a gusto en su nuevo hogar, sin embargo necesita realizar una serie de cambios y transformaciones para adaptarse 100% al medio en donde está.
Es importante recalcar que la velocidad de desarrollo puede variar, de hecho, en etapas tempranas de gestación, se ha observado diferencias considerables en la tasa de crecimiento entre embriones de diferentes madres. Sin embargo, en la mayoría de las veces suele ocurrir el mismo patrón con respecto al tiempo.
Vale la pena recordar, que durante la primera semana de gestación, el blastocisto tenía una forma de esfera hueca, donde la capa más externa conformaba el trofoblasto y en el interior se encontraba el embrioblasto.
Durante la implantación, específicamente en el día 8 de gestación, en el blastocisto se diferenciarán varios tipos de células. Primero, el trofoblasto originará células mononucleadas (un solo núcleo) denominadas citotrofoblasto y otras multinucleadas (más de un núcleo) denominada sincitiotrofoblasto.
Por último, las células internas o embrioblasto, formará el disco bilaminar conformado por dos tipos de capas: la hipoblástica y la epiblástica. Ambas permitirán el desarrollo del embrión mientras que el citotrofoblasto y sincitiotrofoblasto originarán las vellosidades coriónicas y la futura placenta.
Las vellosidades coriónicas, son células que se irán proyectando hacia la matriz endometrial, incursionando hacia la profundidad donde se encontrarán consinusoides o vasos sanguíneos de la madre.
De esta manera, se incrementa masivamente la superficie disponible para el intercambio o traspaso de nutrientes y oxígeno entre la madre y el embrión, ya que se crea como especies de caminos perfectamente funcionales para que la sangre fluya de manera correcta entre un individuo al otro.
¿Qué presenta la madre?
Ya el cuerpo de la mamá se encuentra listo para recibir al nuevo miembro en la familia, gracias a la cascada hormonal brindada por diferentes órganos, entre ellos los ovarios. Estos permitirán la secreción de estrógenos para que estimule al útero y cree el medio idóneo a la hora de que suceda la implantación del blastocisto.
En cuanto a la sintomatología, puede variar de una madre a otra. Hay mujeres que no sienten absolutamente nada, mientras que otras empiezan a experimentar algunos síntomas del embarazo como consecuencia de la alteración hormonal.
Entre los síntomas se puede mencionar el aumento de la temperatura corporal de 0,2 a 0,5°C, dolor abdominal, molestia en los senos, gases, entre otros.
Mayormente son molestias no tan incomodas ni dolorosas, por ende, durante esta semana, hay mujeres que probablemente aún no se han enterado de que están embarazadas.
Prueba de embarazo
Las pruebas de embarazo son muy útiles para verificar la presencia o no de un embarazo. Esto se logra mediante la identificación de una hormona denominada gonadotropina coriónica humana bien sea en suero o por la orina.
Las células del blastocisto que están en estrecho contacto con el estrato esponjoso del endometrio, es decir, los sincitiotrofoblastos, producirán diversas hormonas, entre ellas la gonadotropina coriónica humana (GCh).
La GCh es indispensable a la hora de corroborar si hay un embarazo. Sus cantidades suelen crecer levemente finalizando la segunda semana de gestación. Cabe destacar que el radioinmunoensayo (RIA), es el método que sirve de base para la prueba del embarazo.
¿En esta etapa se puede realizar la prueba de embarazo?
Cabe destacar que los niveles de GCh pueden variar de acuerdo a la persona y además, puede ir lentamente en ascenso luego de haber sucedido la implantación, por ende, si la mujer se realiza una prueba en esta semana puede originar un falso negativo, es decir, el resultado pueda dar negativo cuando realmente está embarazada.
Esto ocurre debido a que mayormente, la cantidad de la hormona no es lo suficientemente altas como para ser detectada, por lo tanto, se le aconseja a la paciente que utilice dicha prueba poco tiempo después de que note retraso en su menstruación.
Entre las dos pruebas (sangre y orina), la más recomendable a usar es la de sangre, ya que la hormona suele aparecer más rápido en este lugar, en cambio, en la orina, se retrasa su aparición.
En conclusión, si la madre desea saber si lleva un ser vivo en su vientre, lo ideal sería que se realizará un análisis de sangre en su laboratorio más cercano. Sin embargo, es importante resaltar que a pesar de que ya se empezó a sintetizar la GCh durante esta semana, lo mejor es esperar que note un retraso de su menstruación para realizarlo.
De esta manera se obtendrá un resultado más confiable y evitará que tengas que repetírtelo. Si por el contrario la paciente quiere realizar la prueba de orina, debe esperar aún más tiempo, pues esta es más tardía para positivizar.