Tan solo faltan 15 semanas aproximadamente para que el bebé pueda realizar su primera bocanada de aire y vea todo lo bueno que hay a su alrededor, especialmente a su familia.
En el feto, durante la semana 25 ocurren cambios mayoritariamente internos y en cuanto a la mamá, posiblemente se seguirán intensificando los malestares debido al mayor crecimiento del útero.
Es hora de ir luciendo la ropa prenatal, preferiblemente de algodón para estar lo más cómoda posible.
Perfeccionando su abrigo natural
Durante la semana 25 de embarazo, el bebé no aumenta tanto en longitud, sino en peso. Ya cuenta con 30,5 centímetros y pesa unos 700 gramos aproximadamente. Sin embargo, estos valores van a depender mucho de la genética del individuo y de los factores ambientales.
Sus capas de tejido adiposo cada vez se hacen más gruesas, de hecho, para esta semana 25 ya es posible que empiece a acumular grasa parda o marrón en el cuello, pecho y espalda.
La grasa parda es un tipo de tejido adiposo cuya función principal es la termogénesis, es decir, producir calor en respuestas a temperaturas frías. De esta manera, el feto podrá sentirse mucho más a gusto dentro del vientre materno sin sentir frío, aun cuando se encuentre en temporada de invierno.
Su nombre (parda o marrón), se debe a que posee más vascularización que la grasa blanca. Este tipo de grasa predomina especialmente en el infante. En un recién nacido, representa el 5% de su grasa corporal y por lo general no se sigue proliferando.
Es posible que sus párpados se empiecen a abrir y cerrar en la semana 25, sin embargo, no podrá ver por la oscuridad.
Los colores de los ojos aún no se han definido, debido a que se necesita rayos de luz para que ciertos pigmentos aparezcan, a pesar de que ya eso está establecido genéticamente.
Por otra parte, la lengua ya sale de su boca y por si fuera poco, ya la puede mover en diferentes direcciones. Esto es una de las cosas que se pueden apreciar mediante la ecografía.
Más insomnio, menos descanso
El hecho de sufrir insomnio durante la semana 25 de embarazo es completamente subjetivo, cada mujer es diferente y su organismo se adepta de manera desigual a las diversas circunstancias. Además, esto depende mucho si la mujer es primeriza o no.
Las razones por las cuales muchas embarazadas lo padecen, son varias y a medida que va progresando los meses de gestación, se vuelve cada vez más intenso y molesto.
Las ganas de orinar, el reflujo, los gases y flatulencias, la incomodidad de la barriga, los nervios al parto, el desajuste hormonal, la presión psicológica al no saber si podrás lidiar con todo esto, son unas de las razones por la cual la mujer no logra conciliar el sueño.
Sin embargo, como se dijo anteriormente, cada organismo es diferente. Lo importante es saberlo sobrellevar con una actitud positiva, sabiendo que te deparará una maravillosa sorpresa: tu bebé sano y fuerte.