Ya casi en la recta final, en el tercer trimestre del embarazo, donde la barriguita ya está bien redondita e imposible de ocultar. En la semana 27 de gestación, el feto estará terminando de desarrollar sus sentidos a pasos agigantados.
Ahora, la madre no solo tendrá que cuidar su alimentación y actividad física, sino también su estado de ánimo, ya que este podrá repercutir de manera positiva o negativa en el feto.
Relajarse es la mejor opción, confía en ti misma, piensa que todo saldrá excelentemente bien y que cuando menos lo pienses, ya tendrás a tu primogénito en los brazos.
¡Cuidado! El futuro bebé ahora querrá percibir tu estado de ánimo
Es increíble que al lindo angelito ya le falten aproximadamente 13 semanas o menos, para que pueda ver el mundo exterior. Para esta semana 27, el feto posee una longitud de 35 cm aproximadamente y un peso de 1 kg.
Sin embargo, a pesar de que aún le falta por crecer y por subir de peso, si la madre requiere dar a luz por varios motivos como por ejemplo, por padecer infección urinaria donde el feto probablemente corra riesgo, este podría sobrevivir fuera del útero.
Esto se logra siempre y cuando permanezca dentro de la incubadora por cierto tiempo, y esté recibiendo una excelente atención médica, para contribuir al desarrollo eficaz de todos los órganos, que se suponían que tenían que haberse completado durante la vida intrauterina.
El feto no solo percibe sonidos, olores y sabores, sino que también percibe los sentimientos y emociones que la madre este experimentando, como por ejemplo el estrés y angustia.
Durante el estrés ocurre una descarga hormonal de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) y cortisol.
En la madre, un aumento prolongado y descontrolado de cortisol podría generar alteraciones en el sistema inmune, presión arterial, memoria, fertilidad, pérdida de masa ósea, etc.
Aunado a esto, una creciente cantidad de cortisol en sangre, se puede dirigir hacia el feto y también originar consecuencias como complicaciones obstétricas, parto prematuro, bajo peso al nacer y como si fuera poco, aborto espontáneo.
Por ende, es indispensable controlar los momentos de estrés, preocupación, angustia y desesperación al menos durante el tiempo de gestación.
¿La intimidad, un obstáculo para el desarrollo óptimo del bebé?
Y la respuesta es un rotundo no, siempre y cuando no exista otro tipo de complicaciones como sangrados vaginales sin causas aparentes, pérdida de líquido amniótico, abertura prematura del cuello uterino (incompetencia cervical), antecedentes de partos prematuros, etc.
El feto cuenta con grandes barreras que permitirán que no sufran algún daño a la hora de la práctica sexual con tu pareja, como lo es el líquido amniótico y los diversos músculos que tiene el útero.
Así que no hay que preocuparse, las relaciones sexuales pueden realizarse en cualquier momento del embarazo, de hecho, contribuirán a disminuir todo el nivel de estrés que posea la futura madre.
De igual manera, consulta a tu médico de confianza para evaluar todas las características del embarazo y así poder evitar cualquier inconveniente.