Ya el proceso más esperado llegó a su fin, fueron 280 días cargados de muchísimos malestares, incomodidades pero ante todo, plenamente cargados de inmensas emociones positivas.
Quizás tu futuro bebé quisiera quedarse un par de semanitas más en tu vientre pero esto es poco común. Es normal que no quiera desquitarse de un ambiente tan acogedor como lo es el vientre materno.
De feto a bebé
Por si no lo sabías, el pequeño angelito ahora si pasa a llamarse propiamente “bebé” solo cuando ya haya ocurrido el parto, de resto, había sido un feto que todavía le faltaba mucho por crecer. Aunque a nosotros nos gusta llamarle bebé desde el inicio..
Para la semana 40, un bebé normal tendrá las siguientes características:
- El peso promedio al nacer será de 2.500 a 3.800 gramos.
- La talla será de 50 cm +/- 2.
- Circunferencia cefálica de 34 cm +/- 2. El tamaño de la cabeza será un cuarto de la longitud del cuerpo.
- En algunos casos puede presentar lanugo (vello suave en hombros, espalda, frente y mejillas).
- Estará cubierto de una sustancia blanquecina, grasosa que lo protege de infecciones: vérnix caseosa. Tiende a localizarse más en los pliegues axilares e inguinales.
- El tórax y abdomen serán de forma cilíndrica y la respiración será predominantemente abdominal.
- La frecuencia cardíaca normal será de 120-140 latidos por minuto, la presión arterial será de 70-80 mmHg la sistólica o alta y de 40-50 mmHg la diastólica o baja.
- La frecuencia respiratoria oscila entre 40 y 60 respiraciones por minuto.
- Temperatura axilar entre 36,5 y 36,9 ºC.
De esta manera, se podrá constatar el buen funcionamiento y estructura de nuestro bello ser vivo.
Es importante recalcar que el tamaño y peso podría variar en los diferentes sexos, siendo los varones predominantemente más largos y de mayor peso que las niñas.
Primera bocanada de aire
En la semana 40, luego de pasar por el canal vaginal, el bebé al fin podrá adquirir oxigeno del medio ambiente. Gracias a los diversos simulacros que él estuvo haciendo en vida intrauterina con su caja torácica, ahora estará más que listo para expandir completamente sus pulmones y recibir la primera bocanada de aire.
Por eso, lo ideal es que cuando nazca, empiece a llorar para desaparecer toda obstrucción que haya en las vías áreas y facilitar la expulsión del líquido amniótico y así darle paso a la respiración autónoma.
Señales de parto
En la semana 40, ya corres el riesgo de que aparezcan nuevos síntomas que serán indispensables para indicarte que ya debes ir rápidamente al centro de salud para dar a luz.
Entre los síntomas se encuentran las contracciones caracterizadas por ser rítmicas, dolorosas y de intensidad creciente. Al principio quizás aparecen cada 20 minutos, pero después se irán haciendo más constantes y seguidas.
Además, sucederá lo que normalmente se conoce como “romper aguas” y es cuando hay la rotura de la bolsa amniótica mediante el desprendimiento del tapón mucoso.
Si ya tienes estos síntomas no cabe la menor duda de que tu futuro hijo ya quiere estar fuera de tu vientre. Ahora, en la semana 40, ya se sentirá lo suficientemente capaz de enfrentar la vida de manera perfecta, asumiendo todas y cada una de sus imperfecciones.
Sentirás que todo este recorriendo valió 100% la pena y quizás te darán ganas de volverlo a experimentar dentro de poco tiempo, para brindarle un hermanito a tu bebé.
Celebra con tus familiares y amigos esta gran alegría que acaba de llegar a tu vida. Ahora te tocará cuidarlo, amarlo y educarlo lo mejor posible. Cuídate tu también, si tu eres feliz el bebé también lo será.