Cuando nos surge la sospecha de si estamos embarazadas o no, se nos vienen a la mente todas aquellas alternativas que nos ayuden a confirmar dicho acontecimiento.
Al momento de elegir el método correcto para confirmar la sospecha de embarazo, se abre un abanico de posibles alternativas, y nosotras buscamos siempre la que se adapte a nuestras comodidades.
Cuando al examinarte te dicen que posiblemente estas embarazada, es porque en el cuerpo humano de la mujer ocurren diversos cambios que pueden presumir el inicio del desarrollo de la gestación.
Sin embargo, un examen físico no puede ser por si solo un método que confirme la existencia de un embarazo, dado que, cada cuerpo es distinto y cada prueba también, teniendo por supuesto cada uno sus características peculiares que, en conjunto posibilitan concretar el diagnóstico de gestación.
Todas las pruebas que se realizan para confirmar la sospecha de embarazo, se realizan en base a la medición de una hormona, la gonadotropina coriónica humana, conocida también como HCG.
Esta es una hormona que se produce en la placenta durante el embarazo y aumenta conforme este avanza, por ende cuando esta es detectada es signo de embarazo.
Aunque, se dice que, en un pequeño porcentaje de mujeres puede detectarse aunque la mujer no esté embarazada, por ejemplo en caso de algunas enfermedades oncológicas, mola hidatiforme, entre otras patologías.
¿Cuáles son las pruebas de embarazo más comunes?
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Análisis de orina
La prueba realizada mediante el análisis de orina no mide la cantidad de HCG, pero si mide la presencia de la misma, por lo tanto, es utilizada con frecuencia como examen de rutina para diagnóstico de embarazo.
Cuando sospechas de un posible embarazo, una de las primeras opciones es asistir a la farmacia y comprar una prueba rápida de embarazo, la cual funciona específicamente con orina.
Esta prueba puede dar positivo en un período de aproximadamente 10 días después del atraso de tu período menstrual, y aumenta aún más luego de 35 días de ausencia del mismo.
Es por esto que, debes estar atenta y realizarla en el transcurso de tiempo adecuado para poder recibir resultados confiables.
Esta prueba puede dar falsos negativos si se realiza antes de los 10 días, ya que la concentración de la hormona estará muy baja para ser detectada por este método, y también en orinas muy diluidas. En este caso se suele recurrir entonces al análisis de sangre.
¿Cómo se realiza la prueba en orina?
Pues, es muy sencillo, ya que es una prueba de venta libre en cualquier farmacia. Simplemente la compras y puedes usarla en cualquier lugar, bien sea en tu casa o cualquier baño que tengas a tu alcance.
Generalmente, estas pruebas ya traen las instrucciones impresas, el procedimiento es fácil y práctico.
Puedes colocar la cinta y luego orinar encima de ella, como también tomar una muestra de orina y luego introducir la cinta.
Los resultados van a depender de la marca que estés usando en el momento, algunas incluyen la palabra “embarazada/no embarazada”, mientras que otras simplemente generan un color indicador.
En el caso del color indicador, si se evidencian dos rayas rojas la prueba se considera positiva, pero, si solo observas una, esta indica que esta negativa.
Como nota importante puedo decirte que, la primera raya, es la del “control”, es la que te dice si el kit de embarazo está en buen estado, por ende, si esta no aparece indica que la prueba está dañada y la segunda raya es la prueba en si, que reaccionará dependiendo de si hay o no HCG en tu orina.
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Análisis de sangre
La prueba realizada en sangre, posee mayor sensibilidad y especificidad que la realizada en orina, pero, esta no la puedes realizar tu sola, como ocurre en el caso de la prueba rápida de orina.
Para realizarte esta prueba, debes acudir a un laboratorio clínico, donde te atenderán profesionales del área y podrán realizarte cómodamente la prueba.
La cantidad de hormona HCG, aumenta significativamente en el primer trimestre del embarazo, y, se dice que, es capaz de aumentar cada 24 horas las primeras 8 semanas.
Esto es importante saberlo porque muchas pacientes que tienen niveles estabilizados o sin duplicación a las 8 semanas, se dice que, pueden ser embarazos no viables y, hay que tener mucho más cuidado en este tipo de situaciones. En este caso se debe realizar una prueba de HCG cuantificada.
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Ecografía
Se considera otro método de elección para confirmar la presencia del embarazo, sin embargo, no solo es capaz de participar en el diagnóstico de embarazo, sino también para evidenciar alteraciones del mismo.
Sin embargo este se utiliza más para el control del embarazo que para detectar su presencia, ya que es sensible a partir de semana número 4, donde es apreciable el saco vitelino.
Gracias a este método se han podido detectar, por ejemplo, embarazos ectópicos, patologías propias del útero, evalúa el estado del feto, su frecuencia cardíaca, actividad, entre otros…
Podemos decir entonces que, cada prueba realizada para diagnosticar un embarazo, posee sus características propias, que se amoldan a las necesidades de la mujer.
Si crees que puedes estar embarazada, anímate a realizarte un test de embarazo, el de tu preferencia, como puedes ver es fácil, rápido y seguro si sabes elegir la prueba correcta de acuerdo a los días de retraso que tengas.
¿La hormona HCG solo sirve para diagnosticar el embarazo?
No, pues se ha demostrado que su cuantificación (prueba HCG cuantificada) puede usarse para el diagnóstico de otras patologías, entre ellas el coriocarcinoma gestacional, la mola hidatiforme y enfermedad trofoblástica. También sirve para evaluar el buen desarrollo del embarazo.
Se dice además que, niveles de HCG mayores a 100.000 mUI al principio del embarazo, puede indicarnos patologías como por ejemplo la mola hidatiforme.
Referencias
- Gil A. Embarazo: diagnóstico, edad gestacional y fecha del parto. MEDISAN. 2008;12(4):Disponible en: redalyc.org
- Chard T. Pregnancy tests: a review. Hum Reprod. 1992; 7 (5):701-10. Disponible en: pubmed.ncbi.nlm.nih.gov
- Anderson J, Ghaffarian KR. Diagnóstico precoz del embarazo. En: StatPearls. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2020 Disponible en: ncbi.nlm.nih.gov